Toda
la poesía que pudiéramos llamar culta de la primera mitad de siglo XV giró, en torno a las cortes de Juan II de Castilla y
de Alfonso V de Aragón. La influencia de
Italia se hizo patente en este
prerrenacimiento español, no solo en las imitaciones de Dante y Petrarca, sino
en la presencia misma del rey de Aragón y su Corte en Nápoles. Si el Cancionero de
Baena muestra ya el influjo dantesco, el eco de Petrarca
se manifestó más tarde en el Cancionero de Stúñiga, que reunió a los
poetas de la corte napolitana del rey Alfonso V de Aragón. Pero los dos grandes nombres de la poesía castellana de la época, fueron el Marqués de Santillana
y Juan de Mena. Se podría también citar
al escritor valenciano Ausias March, que escribió en catalán.
Don
Iñigo López de Mendoza, marqués de
Santillana (1398 – 1458) , fue una de las figuras más representativas del
período prerrenacentista español, Su
vida de cortesano y de hombre de armas le hizo intervenir en todas las aventuras políticas de la
época. El poeta expone sus ideas
literarias en la Carta-Proemio al
Condestable Don Pedro de Portugal,
redactada en prosa. Expresa la
admiración que tiene por Dante en los poemas de El infierno de los enamorados y
en la Comedieta de Ponza, y su fervor por Petrarca en el Triunfete de Amor y
los Sonetos fechos al itálico modo. Pero lo mejor de este poeta son las canciones,
los dezires y las serranillas, entre éstas sobre todo la de La vaquera de la
Finojosa.
Frente
a la inspiración del Marqués de Santillana, Juan de Mena (Córdoba, 1411 –
1456), humanista impregnado de la cultura clásica del Renacimiento y cronista
en la corte de Juan II de Castilla, escribió el poema alegórico El Laberinto de
Fortuna, llamado también Las Trescientas, aunque solo tenga 297 coplas de arte
mayor. La influencia de Virgilio, de
Lucano y, especialmente, de Dante es manifiesta en esta composición de carácter
moral, heroico y patriótico.
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Bibliografía:
-Enciclopedia Metódica (Larousse) [Tomo 3]
