Con
sus colosales pilastras acanaladas que se elevan varios centenares
de metros por encima del uad, la masa ocre y gris del peñón de
Amesfrane semeja una catedral construida por gigantes.
En
un boscoso paisaje de montaña del Alto Atlas central surge, a la
vuelta del camino, un peñón impresionante. Su forma evoca la nave
de una iglesia coronada por un campanario, le ha valido por parte de
los primeros viajeros el sobre nombre de Catedral. Un sendero accede
al “techo” de la nave, pero el camino hacia la cima del
“campanario”, sobre la roca desnuda, es arriesgado. En varios
puntos no existía paso, salvo para las cabras, y en consecuencia se
extendieron puentes de ramajes sobre el precipicio, cuya resistencia
ningún experto ha garantizado. Lo que descubre desde arriba vale,
sin embargo, el esfuerzo: el grandiosos paisaje que se extiende hasta
las escarpaduras del alto Ahancal, los “Acantilados Infranqueables”
de las antiguas cartas geográficas.
El
panorama está en consonancia con esta catedral, cuyas dimensiones no
iguala ninguna obra humana. La cima alcanza los 1,870 m., 700 de los
cuales surgen por encima del uad, constituyendo unos 500 m. De pared
casi vertical con un rellano en el “techo”de la nave a 1,700 m.
No solo el aspecto general sugiere una construcción humana, sino
también el detalle de las paredes. Dichos muros aparecen por capas
de elementos mas o menos gruesos y salientes como un almohadillado
con estrías mil veces repetidas. Los salientes son de color gris y
los entrantes de color ocre, con manchas de color mas vivo, donde los
bloques se separaron recientemente de la pared. Grandes fisuras
verticales anuncian el desprendimiento de nuevas pilastras
gigantescas.
El
peñón nos reconstruye la historia del Alto Atlas central. Cuando
éste se levantaba y se deformaba –en el mioceno y en el
plioceno--, los torrentes acumulaban en la cuenca guijarros y lodos,
que seguidamente se consolidaban en pudingas. En una nueva fase
tectónica, los uads cortaron a la vez los conglomerados y las
montañas vecinas. Las pudingas menos resistentes fueron niveladas;
las del fondo de la cuenca, casi horizontales y fuertemente
consolidadas, se conservaron.
Su
masa constituye hoy el Amesfrane.
Al
sudoeste de la presa de Bin el Uidan, la carretera de Uauzigath a
Zawyat-Ahancal proporciona la mejor panorámica del peñón, cuando
se eleva en lazada sobre la montaña por la otra orilla del uad.
Salvo en invierno, la cumbre es siempre accesible; en primavera, el
ocre de la catedral destaca sobre las laderas nevadas de la alta
montaña.
*Africa,
Marruecos *32º N., 6º O. |
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Bibliografía:
-Gran Diccionario de Bellezas Naturales (Selecciones del Reader´s Digest)