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Mitología Nórdica

(Mitología Nórdica o Germánica)

La mitología germánica, rica en leyendas, poblado de dioses aventureros, de héroes y traidores, de brujas, de gigantes y enanos, no se conoce completamente. Los germanos formaron, en los últimos siglos, antes de la era cristiana, un gran grupo de poblaciones establecido en el Sur de Escandinavia , las islas del Báltico, Jutlandia y la llanura de Alemania del Norte, desde el Rin hasta el Vístula. Hasta una época indeterminada, hablaron un lenguaje común que no ha llegado hasta nosotros. Durante largo tiempo conservaron el recuerdo de tener los mismos orígenes, lo que trajo consigo una comunidad de cultura, de tradición y de superstición y casi todos adoraron a los mismos dioses.
El alfabeto latino, al sustituir en la era cristiana los antiguos caracteres rúnicos permitió consignar por escrito las leyendas que anteriormente solo se transmitían oralmente.
Podemos leer en los poemas de Edda, colección de tradiciones mitológicas y legendarias de los antiguos pueblos escandinavos, varios relatos de los comienzos del mundo y de la aparición de los dioses, de los gigantes y de los hombres. No había al principio ni arena, ni mar, ni olas saladas, ni tierra que las sustentase , ni cielo que las cubriera. El abismo no tenía fondo ni la hierba no crecía en ninguna parte. El abismo original se extendía al norte entre el país de los hielos de las tinieblas y de las nieblas llamado Niflheim y el país del fuego o Muspelsheim, al sur. De la combinación de ambas partes habían de nacer, la tierra, el mar, las aguas. Los ríos corrían hacia la región de los hielos, donde se cubrían de escarcha y dejaban de existir en las inmensidades helados. Pero estas masas de agua colmaron poco a poco el abismo que anteriormente no tenía fondo, el Ginnungagap y los vientos del sur, cada vez mas calientes empezaron a fundir los hielos y constituyeron la primavera, antecesora de la vida. Las gotas de agua se reunieron para crear al gigante YMIR, primer cuerpo vivo. Éste generó a otros gigantes, a los hombres y, en cierta medida, a los dioses. Tuvo como compañera a la vaca AUDUMLA y con ella engendró un ser viviente con forma humana, BURI, de quien nació un hijo llamado BOR, Éste y BESTLA, hija de un gigante dieron vida a ODIN, VILY t VE, que serían tres dioses. El primero de ellos fue divinidad de la Guerra, de la Sabiduría y de la Poesía y aparecía en diferentes formas animales.

Familias divinas:
Los dioses germánicos fueron numerosos, separados por conflictos y rivalidades, y además existieron diferentes notables entre los existentes en el norte y en el oeste, que no tuvieron siempre las mismas atribuciones. La jerarquía de los dioses se complicó con la existencia de dos familias divinas: los ASES y los VANES. Éstas, según la leyenda, lucharon en un principio entre si y luego se reconciliaron. Hubo también otras familias de dioses, como la de los ALFES o ELFOS, genios caprichosos que simbolizaban las fuerzas del aire, del fuego, de la tierra y, en general, de los fenómenos atmosféricos. Éstos que tenían un poder muy temido, fueron a veces bienhechores del género humano pero otras contrarios a él.
En las dos razas divinas mencionadas figuran dioses que dominan indiscutiblemente a todos los demás y que han sido objeto de mayor veneración . Entre estos se encuentran el que los germanos del norte llaman ODIN y cuyo nombre alemán en WOTÄN, su hijo BALDER o BALDR; THOR, llamado en alemán DONAR; TYR, TIWAR o TISÚ, que entre los germanos del sur se denomina ZIU, y FREYR, perteneciente a la familia de los Vanes, lo mismo que NIORD y FREYJA.

Los Ases:
Dotado de poderes superiores a todos los demás, Odín es el dios supremo, el más sabio, el mas iniciado en los misterios, y se le considera señor de la magia, de la ciencia suprema y de la poesías. Pero también era el dios de la guerra, sobre todo entre los germanos del oeste, que le llamaban Wotán. Su morada habitual era el Walhalla, inmensa sala donde el oro brillaba con todo resplandor, y en ella el dios se reunía con los guerreros muertos en el combate, quienes, un día, tomarían de nuevo las armas en otras luchas. Está rodeado por las Walkirias, que son sus mensajeras y anfitrionas, pero éstas, cuando estalla la guerra, vuelan, armadas y con corazas, por los aires cabalgando en corceles y participan, invisibles, en las luchas al lado de los guerreros elegidos.

Thor ha sido objeto de grana veneración entre los germanos del norte y los vikingos se titulaban así mismos “el pueblo de Thor”. Este dios al que una tradición designa, como hijo de Odín, era también un guerrero y se le consideraba como el mejor de los combatientes, temible hombre de armas y exterminador de los gigantes. Era de gran estatura, llevaba barba rojiza, los ojos despedían rayos e iba siempre armado con un martillo, que constituía se emblema. Residía en el país de los dioses, en un palacio llamado Bilskimir y le acompañaba THIALFI, servidor y consejero.
El dios a quien los escandinavos llamaban TYR, los germanos del norte, Tiwar ó Tisú, los del sur ZIU y los anglosajones Tiw pertenecía a la mitología de los antiguos germanos. Las atribuciones que se le asignaban han variado mucho en el transcurso de los tiempos, lo mismo que el culto y veneración que se le prestaba. Era el dios de la guerra y una divinidad que velaba por las justicia. Casi todo lo que se refiere a Tyr es prácticamente desconocido, pero se puede afirmar que tenía gran importancia en la antigüedad, aunque esta preeminencia la perdió mas tarde al ser considerado simplemente como una especie de héroe sagrado.

Loky es la figura mas compleja de la mitología nórdica. Se le incluye entre los Ases, aunque no sea propiamente miembro de la familia de los dioses. Vive con éstos, les da a veces consejos valiosos, pero no se siente solidario del mismo destino. En lo físico, es pequeño, vivaz, de ojos malignos y rostro propenso a reír. Es bello y seductor, jactancioso, provocador, charlatán, maldiciente, calumniador, bromista, mentiroso. Este dios ha sido imaginado por los escandinavos y los escaldos de los siglos IX y X, relatan las variadas y numerosas aventuras de las que fue protagonista. Lucha incansablemente contra HEIMDALL, en un combate entre la luz y las tinieblas que se acabará el día del crepúsculo de los dioses, cuando ambos contendientes encuentren la muerte el uno a manos del otro.
Balder o Baldr, hijo de Odín y de la diosa FRIGG o FRIJA, representa la encarnación misma de la belleza, de la justicia, de la dulzura, y desea difundir a su alrededor la armonía y el gozo, sin llegar a obtenerlo. El mundo imaginado por este dios, quizá se realice algún día, mas no mientras viva. Morirá de manera dramática y esta desaparición será llorada por el mundo entero y causará inmensas catástrofes. Cuando resucite la Tierra emergerá de nuevo del Océano. Los hijos de los dioses muertos volverán al país de los Ases y el universo será bello y fecundo.

Los Vanes y otras divinidades:
La morada de los dioses albergaba también la raza de las divinidades VANES. Las mas importantes de este grupo son NJÓRD, FREYR y FREYJA. Las tres tienen como primera cualidad la de ser dispensadoras de riqueza y de abundancia y patrocinan la fecundidad y los placeres de la tierra. Freyja es la diosa del Amor, de la vida que renace sin cesar. Freyr es el dios de la paz y la prosperidad, y Njörd vive en el mar, fuente de vida que enriquece a pescadores y navegantes. Mientras los dioses Ases procedían de una raza de guerreros, los Vanes pertenecían a la familia de cultivadores y comerciantes establecida en Escandinavia antes de la dominación de los germanos. Estos dos grupos de dioses se declaran la guerra, luchan, acaban por reconciliarse y se unen íntimamente para presidir juntos los destinos del mundo y repartirse la omnipotencia divina.
Las leyendas escandinavas mencionan, además de éstos grandes dioses, venerados también por los germanos del oeste y del sur , otras figuras menos importantes que tuvieron un culto más limitado (HÖNIR, BRAGI, VIDAR, VALLY y ULL).

Ocaso de los dioses:
Los germanos decían que la Tierra estaba poblada por innumerables seres, que, sin ser dioses eran de naturaleza sobrehumana. Veían genios en todos los elementos , que intervenían constantemente en la vida de los dioses y de los hombres, y estas creencias se mantuvieron mucho tiempo después de la evangelización. Lo mismo las divinidades que las figuras secundarias vivieron gracias a la superstición popular, incluso después de que los grandes dioses cayesen en el olvido.
Los germanos no creyeron en la eternidad del mundo, ni en la perennidad de los dioses y que éstos, del mismo modo que los hombres estuvieron sometidos al destino y deberían extinguirse. Los gigantes espíritus inferiores, y los enanos se opusieron a los dioses. Después de una serie de signos que anunciaron el principio de la catástrofe, se enfrentaron con ellos en un campo de batalla cerca del Walhalla. Los miembros de los dos bandos combatientes se degollaron entre si, en medio de una tormenta y de un cataclismo inenarrables. Con ellos murieron los hombres, la tierra se hizo inhabitable, las estrellas cayeron, el sol desapareció y los océanos inundaron toda la superficie del globo durante un largo período de tiempo.
De esta nada, tras el ocaso o el crepúsculo de los dioses, surge de las aguas una tierra nueva, cuyos habitantes vivirán en una especie de Edén lleno de paz y felicidad. Aparte otra generación de dioses y Balder será el soberano del mundo que acaba de crearse. Odín no renace.

Thor
Odín
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Bibliografía:
-Enciclopedia Metódica (Larousse) [Tomo 3]